viernes, 26 de agosto de 2011

La Peor Película de mi vida: Pozos de Ambición


Autor: Carlos Megía
Película: There Will be Blood (Pozos de Ambición)
Puedes seguirle en: @carlosmegs


Aquí está la esperada critica de Carlos Megía contra una película premiada en los Oscars y alogiada por la crítica. He de decir que yo la he visto y le apoyo.

Verano 2008. Un joven de dieciocho años cuenta los apenas trece días que le quedan para iniciar la Universidad. Preocupado ante la cercanía del evento, decide instruirse en cuanto al cine más culto se refiere. Piensa que sus compañeros de clase serán eruditos en esta materia y no quiere ser el marginado durante los próximos cinco años.  Ese mismo chico descubriría después que el más culto de su clase es uno que ha visto Vivancos 3. Bueno a lo que íbamos, el joven Carlos decidió ir al videoclub Galaxia de la calle Ancha de Valdepeñas para coger lo más culto que hubiera en el establecimiento. Dudando entre Tiovivo 18nosecuantos de Garci y There will be blood de Paul Thomas Anderson, nuestro protagonista se decidió por la segunda. Había oído críticas excelentes sobre ella y un domingo de agosto a las 15:00 se dispuso a verla.
Éstas eran algunas de las críticas que había leído:

"Desde el primer fotograma es sencillamente una obra maestra de nuestro tiempo." (Luis Martínez: Diario El Mundo)
"La película es, por encima de todo, una consumada obra de arte, un filme que trasciende el tenso contexto histórico en el que se ha hecho, cuyo placer de ver es estético y sin apologías” (Manohla Dargis: The New York Times)

El joven se sentó a ver la película. Daniel Day-Lewis habla con gente de su pueblo. Daniel Day-Lewis mira a través de la ventana. El hijo de Daniel Day-Lewis se bebe un mini de petróleo y muere. Daniel Day-Lewis habla con gent----------------------------
Carlos despierta de su desmayo. Desconcertado, mira hacia los lados para saber dónde está. Intenta levantarse pero las piernas le fallan y su sudoroso cuerpo no puede despegarse del sofá. Mira el reloj. Las 18:15. Joder, se ha dormido durante dos horas y cuarto. Teme haberse perdido la película pero respira aliviado cuando mira hacia el televisor y comprueba que aún no ha acabado. Es más, Daniel Day-Lewis sigue hablando. Parece que no había perdido gran cosa. Alguien grita.

-“Carlos, Carlos!”
Proviene de la planta de abajo, Carlos responde:
-“¿Qué?”
“Baja, que nos vamos al campo de la tía Mari”
Era su padre. Carlos le contesta:
-“Ya voy”.

Nuestro protagonista piensa en el dinero que le ha acostado la película y en lo analfabeto que quedará en su Universidad cuando todos sus compañeros hablen sobre ella y él no sepa ni cómo acaba. Decide desafiar a su padre y se queda viendo la película. Dirige de nuevo a su ascensor al televisor y se encuentra al chico joven de Little Miss Sunshine Paul Dano, vestido de cura, y partiéndole la cabeza a Daniel Day-Lewis con un bolo en una bolera.

El padre de nuestro protagonista voceándole desde abajo para que se metiera en el coche ya y Daniel Day-Lewis chorreando sangre en una bolera. 40 grados y 210 minutos de película. Finalmente Carlos apaga la tele y decide que cuando vuelva del campo de su tía Mari vería el final de esa “lírica obra maestra del cine”. Ni que decir tiene que jamás vio el fin de esa película. Se puso a ver repeticiones de Aquí no hay quien viva en Neox. Eso sí que le sirvió para ser el culto de su clase.

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