El aburrimiento me ha jugado una mala pasada hoy. He hecho algo que jamás se me ocurriría hacer en condiciones normales, algo impensable para cualquier joven que se precie. Algo por lo que los hombres de todo el mundo me mirarán con cara de desaprobación y sólo me dirigirán la palabra para decirme: "Tú no eres un hombre". Hoy he hecho limpieza en mi habitación.
Hacer limpieza es un trabajo muy duro, por lo menos en mi habitación, que el factor que me indica que la debo hacer es no encontrar ni el objeto más preciado, el mando de la tele. Cuando estas limpiando se te pasan mil cosas por la cabeza, pero hay una que es muy recurrente: ¿Para qué coño he guardado yo esto? Un ejemplo claro de ello son los apuntes de Patxi Fernández, que para quién no le conozca que piense en el profesor más inepto y borde que ha tenido y lo multiplique por diez.
También tengo que decir que entre kilos y kilos de mierda acumulada, haces grandes hallazgos, cosas que habías descartado en épocas anteriores. Gracias a esta limpieza he encontrada inspiración y materiales para entradas posteriores, ya veremos si se materializan. De momento os dejo esta foto que no tiene desperdicio, tomada en el Parque de Atracciones, calculo que tendría entre 12-13 años. Por cierto, el sujeto que aparece detrás descojonándose es mi padre, que por si alguien tiene alguna duda, no, no había bebido.
Uff! limpiezas de cuartos, jaja, qué gran tema!
ResponderEliminarMierda que tiras y mierda que guardas con la intención de decidir en la futura e indeterminada siguiente limpieza.
Cuando me toca a mi hacer una, va acompañada de una reestructuración completa de los muebles de la habitación porque si no no me animo a hacer el esfuerzo.
por cierto, el mono a mí no se me mueve
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