Película: Biutiful
Puedes felicitarle en: Pingüinos en el Anfiteatro y en @veblanco
Hoy vamos a hacer una excepción y vamos a publicar La Peor Película de mi vida en jueves. ¿Por qué? Pues porque resulta que la crítica de esta semana es de Víctor E. Blanco y como hoy es su cumpleaños, pues ala que mejor regalo que publicar su crítica en un blog de prestigio como este. Pues eso felicidades!
Alejandro González Iñárritu es un tipo muy listo que se ha enchufado en vena todas las temporadas de Callejeros y está bien instruido en el arte de mostrar la miseria como Dios la trajo al mundo. En pelotas.
Aun con sus triquiñuelas de niño rico con pose de concienciado socialista nos tragamos con patatas sus tres primeras películas, a las que le dio por llamar con todo el morro del mundo Trilogía de la incomunicación. Eran Amores Perros, 21 Gramos y Babel. Sí. Todos pensamos que encumbrar a Iñárritu era apostar sobre seguro. Pensábamos que encumbrábamos a un grande. ¡Ja!Pasa el tiempo y lo que se queda grabado a fuego en la memoria de esas tres películas es la colección de mugre y plagas con la que Iñárritu decora sus films. Quizá aquéllas fueran películas tramposas, pues ocultaban bajo su atractiva manera de narrar un discurso moral de rastrillo y escobón. No así Biutiful.Biutiful va de cara. No sé si es la peor película de mi vida. Pero si es la película más afectada y victimista que he visto. Es una porquería embutida en una película de denuncia social. Biutiful es un film tremendista que explota la miseria ajena. Iñárritu ha hecho una película que se mimetiza muy bien con su personaje protagonista, una película fea, pobre y enferma, con algún momento extrañamente enigmático, pero de un ritmo moribundo.El protagonista tiene que vivir (malvive) en el Raval de Barcelona, en un piso que se cae a cachos pagado a base de trapicheos, teniendo que alimentar (malalimenta) a dos hijos hambrientos y conflictivos. Uxbal (así se llama, sí) ve muertos, mea sangre cada mañana y tiene que soportar a una ex-mujer drogadicta con trastorno bipolar, mujer de la que encima sigue enamorado. Por si esto fuera poco, el tipo es del Espanyol. Uau!
Jaja, crítica de la buena. Me gusta
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