La Peor Película de mi vida: Más allá de la vida

Autor: Yo
Película: Más Allá de la Vida
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Algo en aquel día parecía decir lo que se me venía encima, pero no quise hacerle caso. Hubo bastantes señales que me decían que no fuera a ver la película. Un frío que te congela los huesos, el Kinepolis abarrotado a las 21: 30 de la noche, colas interminables, incluso en los aparatos de recoger las entradas... El mundo y yo tuvimos la siguiente conversación:

"Luis Carlos Ramírez?"
"Sí, soy yo, pero llámame Luisk anda"
"Luisk, lo mejor es que te vayas a casa"
"Por qué?"
"Porque vas a hacer una gilipollez de esas que haces tan habitualmente"
"Bueno... Exageao! no será para tanto...

Lo era, sin duda que lo era. Para empezar, sólo quedaban entradas para las 3 primeras filas en un lateral de la inmensa sala 25, entradas que costaban 9 euros, además. Pues nada yo seguía ignorando las señales. Cuando entré en la sala, me encontré allí a toda España esperando a ver la película. Cuando llegué a los asientos por los que nos habían timado, dije una frase mítica: "Ah pues yo creía que iba a ser peor", como se nota que la película no había empezado...

La primera secuencia de Más Allá de la Vida es espectacular, incluso llegué a pensar que Eastwood se había resarcido de la soporífera e instrascendente Invictus. Pero fue aparecer Matt Damon haciendo de médium y se me empezó hacer un nudo en la garganta. Un tipo que acaba de hablar con los muertos no puede tener esa cara de ir a comprar el pan. Pero el nudo en la garganta se volvió atragantamiento cuando vi a los gemelos repelentes de otra de las historias (de mierda) que nos cuenta (mal) Eastwood.

Mientras avanzaba la película lo suyo habría sido dormirse, pero no! ni eso pude hacer, porque justo al lado había dos desgraciados comiéndose un pack de frintangas que vende el Burger King, y venían unas ráfagas de cebolla combinadas con salsa barbacoa brutales. Pero, es que además, la fila donde estaba situado estaba al lado de la puerta de salida, y entraba un frío de la calle que hizo que algunas personas de la zona estuvieran con plumas (mítica prenda donde las haya) en la sala.

Realmente era un día para irse de la sala (otra señal, la puerta de salida estaba al lado), pero Eastwood no se bastó con que la película fuera mala, si no que te hacia esperar hasta el final para ver como se unían las 3 historias de las que se compone la película, podría haber incluso salvado el honor haciendo una buena unión al final, pero se encontró con tal mierda de película que el productor le dijo: "termínalo como puedas y vamos pa comer, total, vas a petar la sala de todas maneras", y eso hizó. Y tú esperando que en el final apareciera el Clint Eastwood de Sin Perdón y se los cargáse a todos, incluyendo a los de las fritangas...