Película: La Invención de Hugo
Puedes seguirme en: @aburridopat
La crítica de esta semana tiene
miga… He decidido meterme con una
película ganadora de 5 oscars (grito de horror con efectos de sonido) y nada
más y nada menos que 11 nominaciones. Pero bueno como he sido el flamante ganador de la encuesta que yo mismo amañe, aquí la tenéis:
Una semana antes de ir a verla no tenía ni idea de que existía. Creía que La Invención de Hugo era una de esas películas de 3D pésimas que abundan en todas las salas de cine, y que el tal Martin Scorsese que decían que dirigía la película era un primo mejicano con mucho menos talento que el mítico director. Solo estaba equivocado en una cosa.
Entre en la sala confiado con la convicción de que era una peli de Scorsese ¿qué podría salir mal? Lo cierto es que con esa pregunta sólo intentaba calmar otra cuestión que se me planteó desde que descubrí que Scorsese era el director ¿Pero por qué este hombre se ha puesto a dirigir La Brújula Dorada 2?
Centrándonos en la experiencia en la sala, todo empezó como es normal con los típicos trailers y anuncios antes de la película. Pero hay algo que me inquietó. Un anuncio duró mucho más de la cuenta. Yo miraba a un lado y a otro buscando la complicidad de alguno de mis compañeros, pero estaban muy atentos. Me dije: Joder, a estos de Coca-Cola se les ha ido la olla y la pasta haciendo un anuncio tan largo.
Mientras yo calculaba la pasta que se podían haber gastado, de repente surgió un letrero que indicaba que el anuncio de Coca-Cola era, en realidad, el preámbulo de la película. Aunque parezca mentira, en ese momento me calme. Y pensé para mis adentros: Scorsese es un genio, seguro que ha hecho un anuncio por algo. Pero 10 minutos después ese pensamiento se desvaneció del todo, y lo único que decía para mis adentros era: Vamos Martin, venga tronco, no me la líes. Y ME LA LÍO!!! Me hizo pagar 8 euros por un megaspot de Coca Cola, cuyo guión no servía ni para envolver el bocadillo.
Lo mejor de la peli: Que mis acompañantes que tuvieron mucha más paciencia que yo, también se cansaron y cuando quedaba media hora, nos pusimos a comentar los parecidos que tenían algunos personajes con otras personas, mientras las viejas de al lado, típicas de los cines en versión original, miraban con desprecio como comíamos galletas, Lays Kebab (que al abrirlas fue una explosión de olor que parecía que estabamos en pleno Estambul) y chuminadas varias que antes habíamos comprado en el Dia de al lado del cine; vamos que sólo nos faltó la paellera y la sangría.
jajaja que bueno ¿Te habrás quedao a gusto no? Qué linchamiento fino te has marcao jaja
ResponderEliminar